miércoles, 15 de junio de 2011

DEL MOVIMIENTO ARMADO A LA RECONSTRUCCIÓN


CONSTITUCIÓN 1917



Venustiano Carranza, en su carácter de primer jefe del Ejército Constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo, convocó en diciembre de 1916 al Congreso para presentar un proyecto de reformas a la Constitución de 1857. El documento sufrió numerosas modificaciones y adiciones para ajustarse a la nueva realidad social del país. Así, se promulgó el 5 de febrero de 1917 la Carta Magna vigente, en el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro, que conjuntó los ideales revolucionarios del pueblo mexicano y que por su contenido social ha sido definida como la primera Constitución social del siglo XX en el mundo.
El Congreso Constituyente contó con diputados de todos los estados y territorios del país, con excepción de Campeche, Quintana Roo, y estuvieron representadas ahí diversas fuerzas políticas: los carrancistas o "renovadores", como Luis Manuel Rojas, José Natividad Macías, Alfonso Cravioto y Félix F, Palavicini; los protagonistas o "radicales", como Heriberto Jara, Francisco J. Mujica, Luis G Monzón, y también los independientes. Había en el Constituyente hombres de lucha, conocedores de los problemas del pueblo mexicano: generales, exministros , obreros , periodistas , mineros , campesinos , ingenieros, abogados, médicos, profesores normalistas.
La nueva Constitución incluía una gran parte de los ordenamientos de la de 1857, especialmente lo referente a los derechos humanos, ya como "garantías individuales". La forma de gobierno siguió siendo republicana, representativa, demócrata y federal; se refrendó la división de poderes en Ejecutivo, Judicial y Legislativo, si bien este último dejó de ser unicameral para dividirse en cámaras de Diputados y Senadores.

PLUTARCO ELIAS CALLES 

 Estudió la enseñanza primaria en Hermosillo. En 1894 inició su trabajo en el magisterio. Casó en primeras nupcias con doña Francisca Bernal; al quedar viudo con doña Natalia Chacón. Llegó a ser inspector de escuelas y realizó breves tareas en el periodismo, en el Siglo XX y la Revista Escolar. En la agrupación "Club Verde", luchó contra el gobierno de Rafael Izábal. Comisario de policía en Agua Prieta en 1911.

     En 1912 lucha contra la rebelión de Pascual Orozco y al año siguiente se enfrenta al régimen de Victoriano Huerta, aliado de Obregón. Obtiene el grado de coronel y se le nombra comandante militar de Hermosillo. En la facción enemiga al gobernador Maytorena pone sitio al Palacio de Gobierno, que levanta ante las fuerzas de Urbalejo. En Sonora sólo le quedan las plazas fronterizas de Naco y Agua Prieta. Lucha contra la Convención y en favor de Carranza, al lado del general Hill.

      El 4 de agosto se le nombra gobernador y comandante militar de Sonora. En su administración se prohíbe la elaboración y el tráfico de bebidas embriagantes, se reforma el Código Civil para establecer el divorcio, se nombra la Comisión Agraria Mixta; se autoriza la fundación de la Escuela Normal; aumenta el presupuesto de egresos, suprime el Supremo Tribunal de Justicia y somete sus facultades al Poder Ejecutivo, y expulsa del estado a todos los sacerdotes católicos.

      El 16 de mayo de 1916 dejó el gobierno. Gobernador constitucional, para terminar el cuatrienio 1915-1919, desarrolló una labor constructiva. Secretario de Industria, Comercio y Trabajo con el presidente don Venustiano Carranza, en mayo de 1919. En febrero de 1920 renunció al ministerio para luchar en la campaña presidencial de Obregón. Firmó el Plan de Agua Prieta y a su triunfo se le nombró secretario de Guerra y Marina, cargo que ocupó el 1 de junio de ese año.

ÁLVARO OBREGÓN 


(Siquisava, Sonora, 1880 - San Ángel, México, 1928) Revolucionario mexicano que alcanzó la presidencia de la República. Al general Álvaro Obregón corresponde gran parte del mérito de haber acabado con la violencia revolucionaria que conmovió la vida de México durante diez dramáticos años.
Después de destacar como uno de los más hábiles estrategas en el campo de batalla, cuando ocupó la Presidencia del país se mostró como un político inteligente y enérgico, iniciando la institucionalización de las conquistas sociales postuladas por la Revolución y logrando importantes avances en política exterior.

Poco después de producirse el triunfo de la revolución maderista, Obregón fue elegido presidente municipal de Huatabampo y, en 1912, bajo el mando del general Agustín Sanginés, luchó contra el general Pascual Orozco, en Chihuahua, con el grado de teniente coronel. El agricultor había decidido canjear el arado por las armas.

Desde sus primeras acciones militares, Álvaro Obregón demostró gran talento como estratega, lo que le dio considerable prestigio dentro del ejército. Así, en febrero de 1913, al ocupar Victoriano Huerta el poder, tomó partido por José María Maytorena y, reconociendo como jefe de la Revolución a Venustiano Carranza, combatió en el bando constitucionalista. En una serie de eficaces golpes y planificadas batallas derrotó a los federales del norte del país, asegurando con ello un amplio territorio fronterizo con Estados Unidos.


LÁZARO CARDENAS DEL RIO


(Lázaro Cárdenas y del Río) Presidente de México (Jiquilpán, 1891 - Ciudad de México, 1970). Procedente de una familia indígena muy modesta, apenas recibió una educación elemental.
En 1914 se unió a la Revolución mexicana (que había estallado cuatro años antes), dando comienzo a una carrera militar en la que ascendería con rapidez (diez años más tarde era general de brigada).
Lázaro Cárdenas saltó a la política bajo la protección de otro militar revolucionario, el presidente Calles: fue gobernador de Michoacán (1928), ministro del Interior (1930-32) y ministro de la Guerra (1932-34). En 1934 ganó las elecciones presidenciales, siempre bajo la protección de Calles, que seguía ejerciendo gran influencia en la vida política mexicana; pero, una vez en el poder, se emancipó de su tutela y adoptó una línea política propia, más inclinada hacia la izquierda. Incluso expulsó del país a su antiguo protector, que hubo de exiliarse en Estados Unidos (1936).
Cárdenas ejerció la presidencia entre 1934 y 1940. Creó el Partido Revolucionario Mexicano (que es el antecedente del actual PRI), en el cual se integraron un amplio espectro de reformistas y progresistas: comunistas y socialistas, liberales radicales, la Confederación de Trabajadores Mexicanos y la Confederación Nacional de Campesinos.
Bajo el lema «México para los mexicanos», Cárdenas llevó adelante una política de nacionalizaciones, especialmente trascendente por lo que respecta al petróleo; ello le enfrentó con Estados Unidos y le obligó a buscar compradores en Alemania. También se ocupó de proteger a la población indígena, impulsó la reforma agraria, combatió el latifundismo, nacionalizó los ferrocarriles y estableció una enseñanza pública laica, gratuita y obligatoria.

En definitiva, todo un giro socializante del México posrevolucionario, que hay que situar en el contexto de la depresión económica mundial de los años treinta y el New Deal de Franklin Roosevelt en Estados Unidos; en la lucha contra el fascismo ascendente de aquella época, fue significativa su acogida a los refugiados republicanos españoles que, perdida la Guerra Civil en 1939, huían del régimen de Franco.
El sexenio de Cárdenas, en resumen, fue un periodo de estabilidad política que legó a la posteridad avances significativos en materia de educación y obras públicas. Cárdenas dejó la presidencia en 1940, pero no la vida política: promovió la candidatura de Manuel Ávila Camacho para sucederle, y él mismo aceptó ejercer como ministro de la Guerra en 1942-45. También colaboró con el presidente Adolfo López Mateos (1961).


GUERRA CRISTERA 




Las malas relaciones entre el gobierno y la iglesia dieron como resultado la mal llamada “Revolución Cristera”, efectuada en los años de 1926 a 1932 principalmente en el territorio de Jalisco, encabezado por algunos valientes jefes llamados cristeros como fueron; Enrique Gorostieta, Anacleto González Flores y Victoriano Ramírez “El Catorce”, que según cuentan mató a catorce personas con un solo tiro.
La iglesia; siempre mezquina y miserable, emitió documentos a la ciudadanía, y principalmente a los fieles; donde engañándoles les incitaba a presionar al gobierno para que derogara las buenas leyes emitidas en contra del clero en 1857.
En 1926, se celebra en la ciudad de Guadalajara la primera convención llamada Unión Popular Jalisciense, presidida por Anacleto González, la que tuvo mucho éxito por el fervor católico de los tapatíos, en la convención también participaron José Garibi Rivera quien después fuera el primer cardenal de México, el Lic. Agustín Yánez, quien tomaría la gobernatura del estado más tarde, y también gran escritor.
En la convención se aprobó mayor difusión al catecismo, que en las escuelas se debería dar la materia de religión y que la corriente cristera debería tener su propia prensa por la cual expresara sus contrarrevolucionarias y antiprogresistas ideas. Estos tres aspectos fueron jurados en Zapopan por todos los fieles, encabezados por el párroco de San Miguel al que también se le unían el de Guadalajara, Vicente Camacho. Esto indignó al alcalde de Zapopan, quien mando aprehender a varios de los manifestantes y los enjuició, al poco tiempo de esa manifestación las autoridades mandaron cerrar escuelas, templos y asilos que aguardaban a miembros de la ACJM (Asociación Católica de la Juventud Mexicana), dando cumplimiento a lo ordenado por el presidente Calles; reglamentar el Art. 130 en los estados, uno de los artículos más correctos y revolucionarios.
El presidente de la “Unión Popular” Anacleto González Flores y su secretario Heriberto Navarrete escribía comunicados dados a conocer en el “GLADIUM”, su diario oficial, que circuló en Guadalajara en el mes junio de 1925, ese mismo año, en septiembre, envió un extenso informe al departamento de la liga pidiendo que el boicot se intensificara aún más, para tal efecto se organizó una Cruzada Femenina compuesta por 400 ingenuas muchachas de diferentes clases sociales, pidiendo que se devolvieran a la oficina de tránsito el mayor número de placas de autos particulares, ir en contra de las diversiones ilícitas y restringir la compra a comercio del gobierno, así como intensificar las huelgas en las escuelas.
200 placas fueron devueltas ala oficina de tránsito, menos presencia alas salas de diversiones y espectáculos, y las compras a las tiendas y comercios fueron reduciéndose casi en su totalidad, éstos resultados se dieron a conocer en el GLADIUM, que solo era comprado por los socios de la región.


EL MILAGRO MEXICANO

Este periodo inició en la segunda guerra mundial, en la que México enviaba materias primas a los aliados, y a cambio recibía maquinaria y tecnología. Otro antecedente fueron las políticas y estabilidad del gobierno de lázaro cárdenas. El milagro mexicano acabó con el inicio del gobierno de Luis Echeverría.
Es con el presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946), que México centra su interés en el desarrollo de la industria, la cual en esos años se encontraba enfocada a la producción de textiles, alimentos procesados y materiales para la construcción. La atención que recibió la industria, propició que el campo mexicano dejara de percibir los apoyos presupuestales que había recibido en la primera mitad del siglo XX.
En 1958, el sector agrícola creció a un sorprendente 7.6%, una tasa de crecimiento que reflejaba inversión previa por parte del sector público y un uso más extendido de la tierra que resultó de la reforma agraria de la segunda mitad de 1930. Sin embargo, para finales de 1950 la tasa de producción agrícola comenzó a disminuir debido a que la inversión en este sector se redujo. (Lomelí, 1998
Esta situación del gobierno federal propició que los campesinos emigraran a los centros urbanos, generándose una elevación en el número de subempleados así como de desempleados. Cabe señalar que "entre 1965 y 1970 el sector industrial remplazó al agrícola para convertirse en el principal receptor de fondos estatales, recibía el 40% de la inversión pública" (Lomelí, 1998: 39) En este periodo México comenzó a recurrir a los créditos externos para financiar los proyectos estatales, en 1960 se tomó la decisión de liquidar la deuda exterior antigua de 452 millones de pesos, lo cual generó confianza en los mercados internacionales de capitales.
En el caso de los sindicatos el gobierno pudo mantenerlos en calma gracias a los pactos entablados con los líderes: aumento en los salarios, estabilidad laboral, servicios sociales, etc., a cambio la clase trabajadora manifestaba su lealtad al gobierno y al PRI. Entre los múltiples beneficios que obtuvieron los trabajadores estuvo el Instituto Mexicano del Seguro Social construido durante el periodo de Ávila Camacho, además del reparto de utilidades.
DURANTE ESTA ETAPA SE CARACTERIZA LA ECONOMIA POR:
1) el control del gasto público a través de una política de gasto.
2) una política tributaria regresiva para sostener la infraestructura de bienes y servicios públicos que pretendía realizar el estado.
3) política monetaria restrictivapara o mantener la estabilidad de precios después de la inflación en el gobierno de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán.
4) política crediticia que canalizaba el crédito externo a la industria – a través de Nacional Financiera- racionalizaba la asignación del crédito interno y fijaba porcentajes mínimos de financiamiento a los sectores prioritarios de la banca privada.

5) política que cambiaria la forma entre el peso y el dólar.
6) mexicanización de industrias clave (electricidad) y preeminencia de la inversión nacional sobre la extranjera-


Entre las propuestas del presidente Luis Echeverría encontramos el proyecto denominado desarrollo compartido, con el que pretende mantener el crecimiento económico, la estabilidad de precios y el tipo de cambio, pero con la novedad de lograr una mejor distribución del ingreso, además de reducir el proteccionismo económico. 

El interés por atender a la clase trabajadora radicó en que los disturbios de 1968 y 1971 eran muy recientes y se temía que la población, ante la desigualdad social, se organizara como lo comenzaban a hacer en otros países latinoamericanos. Por otra parte el campo que había estado descuidado a favor de la industrialización fue objeto de una Ley de Reforma Agraria, publicada el 27 de febrero de 1971, en la que se establecía, entre otras cosas, la repartición de la tierra hasta que no hubiese más que repartir.
MURALISMO MEXICANO


El arte de Latinoamérica de todo el siglo XX se vio muy influido por los grandes movimientos políticos de la centuria, como lo demuestra casi toda la producción plástica y muy clara y directamente, un ejemplo paradigmático de esa relación: el muralismo mexicano.

La revolución mexicana iniciada en 1910 con objetivos políticos de democratización de toda la vida nacional y en particular de sus instituciones, tuvo asimismo, hondas connotaciones sociales. Estas fueron aportadas por grupos de muy distinto signo y especialmente por las huestes agraristas de Zapata y Villa, y ejercieron un vigoroso influjo en la cultura mexicana y muy particularmente en las artes y las letras.

El muralismo mexicano –cuyo ejemplo se extendió por todo el subcontinente como una fuerte ráfaga de aire puro y vivificador- no hubiera tenido la profunda autenticidad que alcanzó ni hubiera logrado conmover tan hondamente a toda Latinoamérica e incluso al mundo entero, si se hubiera producido sin ese marco de referencia o divorciado de él.

Ese fenómeno plástico tan importante por sus valores intrínsecos y por la enorme influencia que ejerció, tuvo como antecedente directo la notable obra del grabador José Guadalupe Posada (1851-1913), quien supo condensar lo más incisivo del arte popular de su país, especialmente como ilustrador y caricaturista político de periódicos opositores al régimen paternalista y autoritario de Porfirio Díaz, (…) Su mordaz sentido del humor, su rica fantasía y muy especialmente sus compromisos con el hombre mexicano así como sus profundas inquietudes político-sociales, constituyeron lecciones y legados que fueron recogidos y enriquecidos por los grandes muralistas, algunos años más tarde.

Cuando la revolución mexicana ya había obtenido importantes triunfos y concreciones políticas, un grupo de jóvenes artistas revolucionarios fundó, en 1922, el Sindicato de Pintores, Escultores y Obreros Intelectuales, con el fin de contribuir al enriquecimiento de una cultura auténticamente popular y no individualista, directamente entroncada con la fuerte tradición comunitaria de la América precolombina. Con ello, procuraban asimismo contribuir como trabajadores de la cultura, a darle un contenido social a la revolución, la cual, a su juicio, aún no había emprendido en profundidad la tarea que juzgaban fundamental: cambiar las estructuras económicas de la sociedad mexicana, muy especialmente en todo lo relativo a la propiedad de la tierra.




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